Para mi Wild Gurí es un patio de recreo musical, es también la oportunidad de alejarse un rato de la idiosincracia de nuestros propios proyectos, en definitiva es donde nos juntamos a compartir y descubrir jugando a la música.

La música desde que arranqué a cantar allá por el año 91 me ha dado regalos que han marcado mi vida en estos 30 años, pero sinceramente nunca pensé que pudiera seguir sorprendiéndome con la fuerza que tuvo participar en Wild Gurí, un grupo de amigos con los que había compartido escenarios y asados varios que me invitan a grabar una canción de un músico fallecido que nunca había grabado. Lo más increíble fue cuando a partir de esa canción sucede todo lo otro, un disco de canciones compuestas y grabadas bajo la emoción de simplemente estar juntos. Las propias canciones nos marcaban el camino a seguir y cual era nuestro lugar donde participar en ellas.

Para mi fue la experiencia que selló la amistad de un grupo humano con música, y esa amistad nos transformó en una banda.

En mi barrio de la infancia todos éramos diferentes, y nuestras casas eran eran aún más diferentes entre sí. La calle que pasaba por los fondos de mi casa prácticamente no tenía tráfico, y fue en esa cuadra, por la que casi no pasaba nadie, que todos nosotros en algún momento de nuestra infancia fuimos un astronauta del Apollo 11, un Beatle, o Fernanado Morena.

De esa época conservo una cicatriz en la rodilla y otra en el mentón.
Wild Gurí es tener de vuelta esa cuadra.

Wild Gurí es una forma de jugar a la música. Adentrarse descalzo en el monte sin más pretensiones que la aventura y el encuentro con otros salvajes.

Lo que pretendía ser un cierre termina siendo un apertura.
Antes referentes, ahora amigos...

Notables en un viaje a su pasado, de empezar de cero, de volver al juego.

Tuve con los Wild Gurí la oportunidad de aprender mucho sobre el oficio de cazar canciones, me encontré en medio de un grupo de personas entregadas por completo a la música que me transmitieron ese amor con el que construyeron su camino y que desde ahora me acompaña.

Me siento agradecido y lo voy a estar para siempre con cada uno de los Wild Gurí.

Wild Gurí significa para mi dos cosas: La primera poder dar mas que un cierre, una apertura a la gente de lo que fue mi experiencia con Joe Visconti y la segunda es la oportunidad de participar de un grupo humano y creativo que dejo de lado todo lo que no significa amistad y amor a la música.

Es muy motivador ver a gente como Pedro escribiendo una letra mientras el enano hace un asado y Cocho canta, Manolo haciendo un arreglo musical mientras Ernesto y Garo escuchan con atención y Fede pone la mesa. Volver a los principios básicos de el arte ha sido una bocanada de aire fresco.

Wild Gurí es un hermoso experimento musical mega espontáneo.

Tan espontáneo que fui a sacar fotos y terminé tocando la batería.

Sean ustedes bienvenidos a este proyecto musical hecho realidad al cual no lo podíamos definir como un colectivo de artistas ya que es el resultado de una forma diferente de hacer canciones, diferente desde muchos puntos de vista, lo técnico, lo artístico, lo humano.

Wild Gurí somos un puñado de personas dispuestas a poner lo mejor de cada uno para lograr esta hoguera musical etérea de la cual podrán disfrutar todos los seres de este universo, Gracias amigos por invitarme a ser parte, Salú!!.